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Hace poco nuestro presidente cumplió la friolera de 61. No es lo mismo pasar de 0 a 1 que de 60 a 61. Se supone en el último caso, en el mejor escenario posible, una disminución imperceptible de las funciones orgánicas. Un desgaste inaudible de los órganos vitales. Se dice que después de los 40 los hombres engordan a razón de kilo por año.

Alan parece que, como los indicadores macro económicos de nuestro país en relación al mundo, los duplica o hasta los triplica. Su humanidad se ha expandido como globo. Dicen sus íntimos – a esta altura no se sabe quiénes son – que se siente más cercano a los objetos ya que por una ley física básica ahora ocupa mayor espacio y por ello los objetos, en un plano relativo, se le acercan. Pude ser su percepción. Ojalá le suceda lo mismo con la realidad. Es probable que Alan gane una o dos presidencias más. Es casi una ley fatídica a la que hay resignarse. Sólo le pedimos al presi, con afecto, que se cuide un poco con las comidas. Que deje la Pachamanca y los ricos arroces por una dieta más equilibrada. Ya que en plena presidencia le puede dar un patatuz y allí si que la canción: Un Vice presidente Aprista puede ser el prólogo de la secuela de la película “El robo del siglo II”.

Son los mejores deseos de UPA!